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lunes, 18 de abril de 2011



En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas
palmeras datileras.

Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis a abrevar sus camellos y vio a Eliahu transpirando, mientras parecía cavar en la arena.


-Que tal anciano? La paz sea contigo.

- Contigo -contestó Eliahu sin dejar su tarea.

-¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?

-Siembro -contestó el viejo.

-Qué siembras aquí, Eliahu?

-Dátiles -respondió Eliahu mientras señalaba a su alrededor el palmar.

-¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez.

-El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.

- No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos...

-Dime, amigo: ¿cuántos años tienes?

-No sé... sesenta, setenta, ochenta, no sé.. lo he olvidado... pero eso, ¿qué importa?

-Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y recién después de ser palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los ciento un años, pero tú sabes que difícilmente puedas llegar a
cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y ven conmigo.

-Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con probar esos dátiles. Yo siembro hoy, para que otros puedan comer mañana los dátiles que hoy planto... y aunque solo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.

-Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me diste - y diciendo esto, Hakim le puso en la mano al viejo una bolsa de cuero.

-Te agradezco tus monedas, amigo. Ya ves, a veces pasa esto: tu me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembrara. Parecía cierto y sin embargo, mira, todavía no termino de sembrar y ya coseché una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.

-Tu sabiduría me asombra, anciano. Esta es la segunda gran lección que me das hoy y es quizás más importante que la primera. Déjame pues que pague también esta lección con otra bolsa de monedas.

-Y a veces pasa esto -siguió el anciano y extendió la mano mirando las dos bolsas de monedas-: sembré para no cosechar y antes de terminar de sembrar ya coseché no solo una, sino dos veces.

-Ya basta, viejo, no sigas hablando. Si sigues enseñándome cosas tengo miedo de que no me alcance toda mi fortuna para pagarte...

Jorge Bucay
Mar te dice al oído:
No importa si la cosecha saldrá buena o mala,
lo importante son los frutos que dará...

Dicen que recogemos aquello que sembramos en nuestra vida,
mi cosecha no es muy rica,
pero suelo sembrar cariño donde voy,cariño a las personas que quiero,
a las que empiezo a conocer y también a aquellas que quizás no conoceré..

Mi siembra me da mis frutos la satisfacción de recoger cada muestra
de cariño...


7 comentarios:

Kike dijo...

Que bellas palabras tuyas Mar.
Es verdad, siembras cariño también en lo que escribes,
abrir tú página es recibir una ráfaga de aire fresco,
de claridad,
de sabiduría pero de esa que no se encuentra en los libros, que solo se siente al leerte,
de amor, de ese amor desinteresado que abraza personas conocidas o no en cualquir rincón del planeta.
En verdad me gustó mucho el cuento pero me emocionó más tu comentario.
Recoge estas palabras como una muestra de cariño y agradecimiento por tu constancia para hacer que la vida de todos nosotros transcurra de una manera mas agradable.
No se me ocurre otra cosa mas que decirte GRACIAS.
Y hasta la próxima lección.
Un beso grande.

Steki dijo...

Qué lindo, Mar. A veces no me doy cuenta de lo que siembro y me sorprendo cuando cosecho. Es lindo. Me hace sentir bien.
Te dejo un besito y feliz Semana Santa!

Unknown dijo...

Siempre merece la pena sembrar porque, aunque no coseches lo que esperabas, seguro que algo bueno te llevas.

Estela dijo...

Dale tiempo a tu siembra y recuerda que dar sin esperar es la obra más pura... un beso hadita..!!!

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!!
¿Cómo estás??
Oasis, me haz hecho acordar del Alquimista…………………que bella e intensa palabras, "cosecharas tu siembra".
Buena semana de pascua y un abrazo de oso.

Kamra dijo...

Mar, es verdad que se recoge lo que se siembra. Si das amor hoy recibirás amor mañana y multiplicado.
Conozco a personas que viven en el odio y en el rencor y están sólas

Besos

Kike dijo...

Hola Mar, te comento que una amiga de la web Mirta decidió darme un reconocimiento por el trabajo en el blog, yo pensé en vos para entregártelo.
Puedes pasar por el blor para recogerlo.
¡ que lo disfrutes! es bien merecido.
Un beso.

 
Abril 2008 | Diseñado por anita