domingo, 17 de octubre de 2010
Ya hice cosquillas a mi hermana solo para que dejara de llorar, ya me quemé jugando con una vela, ya hice un globo con un chicle y se me pegó en toda la cara, ya hablé con el espejo, ya jugué a ser brujo. Ya quise ser astronauta, violinista, mago, cazador, y trapecista, ya me escondí atrás de la cortina y deje olvidados los pies afuera, ya corrí por el timbre del teléfono, ya estuve bajo la ducha hasta hacerme pis.
Ya robé un beso, confundí los sentimientos, tomé un camino errado y sigo andando en lo desconocido. Ya raspé el fondo de la olla donde se cocinó la crema, ya me corté al afeitarme muy apurado y lloré al escuchar determinada música en el ómnibus.
Ya traté de olvidar a algunas personas y descubrí que son las más difíciles de olvidar.
Ya subí a escondidas a la azotea para agarrar estrellas, ya subí a un árbol para robar fruta, ya me caí por una escalera. Ya hice juramentos eternos, escribí el muro de la escuela y lloré sentado solo en el piso del baño por algo que me pasaba, ya huí de mi casa para siempre y volví al instante siguiente.
Ya corrí para no dejar a alguien llorando, ya quedé solo en medio de mil personas sintiendo la falta de una sola. Ya vi ponerse el sol y cambiar al rosado y al anaranjado, ya me tiré a la piscina y no quise salir más, ya tome whisky hasta sentir mis labios dormidos, ya miré la ciudad desde arriba y ni aún así encontré mí lugar.
Ya sentí miedo de la oscuridad, ya temblé por los nervios, ya casi morí de amor y renací nuevamente para ver la sonrisa de alguien especial, ya desperté en medio de la noche y sentí miedo de levantarme.
Ya aposté a correr descalzo por la calle, grité de felicidad, robé rosas en un enorme jardín, ya me enamoré y creí que era para siempre, pero era un "para siempre" por la mitad.
Ya me acosté en el pasto hasta la madrugada y vi cambiar la luna por el sol, ya lloré por ver amigos partir y luego descubrí que llegaron oros nuevos y que la vida es un ir y venir permanente.
Fueron tantas cosas que hice, tantos momentos fotografiados por la lente de la emoción y guardados en ese baúl llamado corazón.
Ahora un formulario me pregunta, me grita desde el papel: ¿Cuál es su experiencia? Esa pregunta hizo eco en mi cerebro, experiencia...
Experiencia... ¿Será que cultivar sonrisas es experiencia?
No, tal vez ellos no saben todavía ver los sueños.
Ahora me gustaría preguntarle al que redactó el formulario:
¿Experiencia?
¿Quien la tiene si a cada momento todo se renueva???
Escrito por un candidato a un empleo en una selección de personal
Mar te dice al oído:
Cuantas emociones en un solo escrito, cuantos deseos, esperanzas y sueños..tranformados por la vida, dicen que la vida es experiencia,
pero ¿quien marca la pauta?..¿la propia vida, o lo amargo a veces de ella?..
Por cierto; yo tambien subí a la azotea de mi casa, para agarrar las estrellas....
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Directo al corazón
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3 comentarios:
Mar, sigues escribiendo como los ángeles: con tanta belleza, luz y sensibilidad que mereces agarrar las estrellas. besos
Muy bonito, la verdad es que es cierto... la experiencia es algo personal que no deja de renovarse dia a dia con lo que vivimos.
Yo no subí a la azotea, pero si me pasaba las horas muertas contan do estrellas.
Es precioso el texto de hoy.
Un beso.
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