jueves, 24 de septiembre de 2009
En cierta ocasión un hombre de ciudad llevó a su hijo de 5 años a pasear por el campo.
El niño se maravillaba de tantos descubrimientos que el contacto con la naturaleza le proporcionaba.
En un momento en que se detuvieron para descansar, el niño, que iba correteando por doquier, descubrió una cueva.
-Papá ven, corre. ¡Mira que agujero tan grande tiene esta montaña!
De repente, se asustó súbitamente al oír una voz que venia de aquel agujero, repitiendo:
-Papá ven, corre. ¡Mira que agujero tan grande tiene esta montaña!
Sobresaltado, fue corriendo a refugiarse a los brazos de su padre.
- Papá, ¿qué es eso? ¿quien está ahí escondido?
Tras sosegarle, el padre le tomó de la mano y se acercaron juntos a la boca de la cueva.
- "Tranquilo -dijo el padre- dile algo, venga, no temas, papá está aquí contigo, háblale".
El niño, todavía temeroso y sin soltar la mano de su padre empezó a gritar:
- ¡Tonto! ¡Estúpido! ¡Idiota!
La voz le respondía:
- ¡Tonto! ¡Estúpido! ¡Idiota!
Se apretó fuertemente contra su padre y le volvió a preguntar:
- Papá, ¿qué es eso?, ¿quien está ahí escondido?
El padre, entonces, se agachó y le dijo muy bajito:
- Dile cosas bonitas, venga, ánimo, ya verás.
El niño empezó a decir:
- ¡Hola! ¿Estás ahí? Eres un gran tipo y estoy contento de hablar contigo.
La voz le respondió:
- ¡Hola! ¿Estás ahí? Eres un gran tipo y estoy contento de hablar contigo.
El niño se iba sintiendo más confiado y soltándose de su padre empezó a decirle cosas divertidas al agujero y la voz le contestaba de la misma manera. Entusiasmado le preguntó de nuevo a su padre:
- Papá, ¿quién es?
A lo que su padre respondió:
- Es la vida, hijo mío, de la manera que tu le llamas te responde.
Autor: Desconocido
Mar te dice al oído:
Así es, la vida nos devuelve lo que nosotros
sembramos, si cosechamos la semilla del odio
recibiremos odio, si sembramos amor, se transformara
en cariño hacia nosotros.
Aunque no siempre es así, a veces la vida tambien nos
pone a prueba para superarla..y eso a veces se hace
duro...muy duro.
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Directo al corazón
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11 comentarios:
siempre he sentido
que un gran mal que nos aqueja, es la desconfianza
y en ese espejo nos reflejamos
besos
Muchas veces había oido el dicho de que lo que sembremos en la vida recogeremos, pero nunca con un ejemplo tan bonito como el de este relato.
Un abrazo.
Si, es cierto. Se hace duro, muy duro... Tu blog expectacular, como siempre. Ya sabes que te sigo
Hola cielo una preciosa historia y muy cierta
un beso
Como siempre relatos llenos de contenido que debemos valorar...
Besos, amiga!
Muy bonito, con la inonencia del niño, la vida a veces nos pone a prueba, aunque la gran mayoria de las veces lo hacemos nosotros mismos.
un fuerte abrazo.
¡Que reflexión tan bonita y certera!
Desde niños debemos aprender a sembrar en la vida lo que deseamos cosechar cuando adultos
Besos!!
Excelente escrito, mi niña!
Buen finde.
Saludos conversos.
Microchip-666.
María, solo atino a decirte gracias, por todos esos hermosos relatos que regalas a mis sentidos, siempre .
Abrazo tu alma .
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