El aniño de Claddagh

El Anillo de Claddagh es un anillo tradicional irlandés entregado como símbolo de amistad o como arra nupcial. El anillo fue diseñado y fabricado por primera vez en el pueblo de Claddagh, Irlanda, en el siglo XVII. El anillo esta compuesto por dos manos que cogen un corazón, completado con una corona. Esto es la expresión del amor definitivo o verdadero, o de la amistad eterna. El corazón simboliza el amor, las manos la amistad y la corona la lealtad y fidelidad. A través de los tiempos el anillo ha generado multitud de leyendas.
El uso del anillo es partícipe de un código específico desde antaño y sus distintas maneras de usarlo sugieren:

En la mano derecha y el corazón mirando hacia afuera indica que la persona no mantiene ninguna relación.

En la mano derecha y el corazón mirando hacia el cuerpo indica que la persona está interesada en alguien.

En la mano izquierda mirando hacia el exterior indica que la persona está comprometida.

En la mano izquierda mirando hacia el cuerpo indica que la persona está casada.

La leyenda de Claddagh empieza en un pueblo pescador del mismo nombre, en la comarca de Galway, en el oeste de Irlanda, durante la mitad del siglo XVII. Un joven llamado Richard Joyce, un humilde empleado de granja, tuvo la desgracia de ser capturado por soldados británicos durante una incursión en la costa irlandesa.
Le separaron de los brazos de su familia y su prometida, Mary, y le llevaron con muchos más esclavos en un barco destinado a las Indias Occidentales con el fin de ser vendidos a los dueños de las plantaciones, una práctica muy común de la época.

En el camino, el barco fue atacado por piratas Argelinos y muchos de abordo fueron asesinados y los demás capturados. Richard fue destinado ser esclavo, a pesar de todo. El desafortunado Richard fue llevado a Argelia por los piratas y vendido a un orfebre árabe adinerado, entonces, empezó su vida como esclavo. Tuvo la suerte de que el árabe fue un hombre amable y con el paso del tiempo, empezó a ver a Richard como un hijo. Enseñó a Richard su oficio como orfebre de metales preciosos y con el tiempo, Richard produjo piezas exquisitas para su maestro.
Mientras tanto en Inglaterra, las leyes de esclavos estaban siendo cambiadas y la esclavitud empezó a ser mal vista y considerada “fuera de moda”. Todos estos acontecimientos estaban siendo observados en Irlanda por la familia de Richard, quienes hicieron una súplica al rey Guillermo III pero fue rechazada.

Por casualidad, un día un barco Español que había sido desviado de su ruta por una tormenta, llega a la Bahía de Galway. La gente de Galway le dieron refugio, durante cual se enteraron de como sus amigos de Irlanda vivían bajo la opresión de Inglaterra. En esta época, España e Inglaterra se llevaban mal. Por esto escucharon, entre otras, la historia de Richard Joyce y como las súplicas de ayuda para encontrarle habían sido ignoradas. La historia viajó rápido a la Casa Real de España, donde los reyes habían estado buscando durante tiempo, la manera de negociar con los Ingleses. El caso de Richard llegó al corazón de la Reina de España, María de Austria.

En Inglaterra, el rey Guillermo se alivio al ver que tenía una oportunidad de empezar negociar con España y consideró también el caso de Richard Joyce. Las negociaciones empezaron para su liberación. Su captor argelino, fue localizado y se le ofreció una gran cantidad de dinero por la liberación de su esclavo pero no quiso aceptarla porque veía a Richard como su propio hijo. Cuando contó a Richard lo que estaba ocurriendo, le dejo decidir lo que quería hacer. Intentó tentar a Richard, para que se quedara, ofreciendo su única hija en matrimonio y la mitad de su riqueza. Richard optó volver a su Irlanda querida, a su familia y su prometida que había esperado 7 años.

Fue el año 1689 cuando Richard llegó a su pueblo de Claddagh. Para celebrar su retorno y en gratitud a los que habían ayudado a liberarle, decidió modelar un anillo. Richard decidió a nombrar la pieza “El Anillo De Claddagh”. Presentó el anillo a su amada Mary, que nunca perdió la esperanza de que volviera. Se casaron en el mismo pueblo, con el anillo que creó Richard como alianza.

Mar te dice al oído:

Preciosa historia de amor con final feliz...como a mi me gustan...

Poco mas queda que añadir...